martes, 27 de octubre de 2009

La fotografía post-mortem

O sea, la fotografía que se toma después de que alguien murió, hace tiempo había leído sobre este tema que me dejó un poco sorprendido, sacado de onda y más bien espantado (¬¬), pero no dejan de ser interesantes las expresiones de las personas sobre la muerte, dependiendo de la época en la que nos toca vivir.

Y es que la fotografía pot-mortem fue bastante popular en el siglo XIX (con la invención del daguerrotipo, que es como que el abuelito de las fotografías), consistía en vestir a las personas recién fallecidas con sus ropas personales y luego fotografiarlo con sus familiares, amigos, compañeros o simplemente retratarlo solo.

Las personas recién fallecidas eran el objetivo perfecto para fotografiar, ya que el proceso de capturar una imagen tomaba bastante tiempo, por lo que una persona muerta ya no podría quejarse ni moverse arruinando todo (ñ_ñ).

Obviamente, en aquella época esto no era visto con morbo, o con desagrado, las creencias de las personas eran otras, estaban funcionando conforme al romanticismo, en que la muerte era vista con una cierta nostalgia e incluso como un privilegio.

La fotografía post-mortem se popularizó tanto que llego a ser cara y casi obligatoria para las personas de la época (¿quien dice que solo en este siglo se necesita salir en el “Rostros” para ser popular”?), por lo que los fotógrafos se aprovechaban y excedían sus precios (recordemos que los cuerpos se echan a perder, por eso las familias se veían obligadas a pagar mucho y rápido).

Al inicio los cuerpos eran retratados de tal manera que estaban dormidos, lo cual era una especie de metáfora del “eterno descanso” sin embargo después se empezó a disponer los cuerpos como si estuvieran realizando alguna actividad, se les abrían los ojos y se les colocaban las orbitas oculares en su lugar, algunas personas llegaron a volverse unos expertos maquillistas logrando resultados espectaculares (como si la persona aun estuviera viva), sin embargo otras personas no lograban tal resultado por lo cual las fotos se veían un poco tenebrosas.

Se les llamaba Angelitos, a las fotografías que se les tomaban a los bebes, “en la cultura religiosa católica de América los niños que morían sin pecado original por haber sido bautizados y sin ningún otro pecado en vida, iban directamente al cielo para convertirse en Angelitos, en cambio, los que no habían sido bautizados eran enterrados con los ojos abiertos para que pudiesen ver la gloria del señor”.



Y bueno, ejemplos mas recientes de fotografía post-mortem (yo digo que en esta época si ya es con un poco mas de morbo) encontramos la famosa foto del “Che” Guevara después de ser fusilado, la de Juan Pablo II, Salvador Allende, etc.

En fin, la cultura cambia, y este es un ejemplo de cómo los rituales de muerte van cambiando con el tiempo.

Mas Fotografias las encuentran en las fuentes, en especial en la de 101 Room.

Fuente: 101 Room, Wikipedia

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